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jueves, 17 de febrero de 2011

Revolución y Salsa ... más nada

LA ESTIRPE  CONGUERA DE:  FELIPE BLANCO

 SWING LATINO

ÁNGEL MÉNDEZ/CIUDAD CCS
FOTO LUIS BOBADILLA


17/02/11.- Al conguero Felipe Blanco no le resulta sorprendente cuando los muchachos le dicen “Maestro”, pues ha digerido el título que a golpes de cuero se ha ganado. Ya suman 32 los años que lleva sacándole ritmo a los barriles, desde aquella primera vez que su legendario padre, “El Pure” Blanco, llevó el par de congas a San Agustín.
“Él inculcó en todos nosotros la pasión por la música, y le hicimos caso. Somos cuatro hermanos: una hembra y tres varones. Soy el mayor de los varones. Mi hermano, Jesús “Totoño” Blanco, quien es Patrimonio Nacional, amante de la percusión, al igual que yo, siempre tuvo inclinación por la enseñanza; nació para eso, tiene un don pedagógico. Mi otro hermano es tresista y canta con El Madera Original. Mi hermana Nancy disfruta de lo que nosotros hacemos”.
Felipe Nery Blanco Merlo pertenece a esa vieja estirpe de músicos de la cantera de San Agustín. Allí nació un 26 de mayo de 1956, en la Tercera Transversal de Marín, en la casa que persiste con el tiempo y guarda los recuerdos, atesorados por su hermano “Totoño”. Cuatro hermanos, ya se dijo, procreados con mucho amor por don Jesús “El Pure” Blanco, quien a decir de Rafael Augusto Quintero en su libro Vivir en Marín, era “mecánico, electricista, herrero, lutier, plomero, cantante y percusionista” y doña Francisca Merlo de Blanco. Rumbero de postín él y buena bailadora ella.

UNA VIDA MUSICAL
No fueron los tambores el primer instrumento de Felipe. En esos inicios fue el cuatro su acompañante en un conjunto de aguinaldos que montó “El Pure” llamado Los Juveniles. Luego vendría el Grupo Crema, Los Gaitétricos y más tarde el Madera.
“Madera fue consecuencia de los primeros. Nosotros tocábamos hasta zamba en los carnavales, pero queríamos hacer algo duradero, que pudiésemos tocar en cualquier época del año y que conjugara los ritmos habidos y por haber. Así nació esa agrupación que Juan Ramón bautizó Grupo Madera”.

—¿Admiras algún conguero en particular, sientes que alguien te ha marcado en tu profesión?
—Guaooo. Giovanni Hidalgo, para mí, es lo mejor que hay en el universo de los congueros. Hay opiniones, pero yo me quedo con “Mañenguito”. ¡Tremendo conguero y mejor persona! En cuanto a influencias, hay dos tumbadores que me marcaron: Eddie Montalvo y Johnny Rodríguez. Excelentes profesionales y buenos amigos. Tuve el honor de que Eddie me sustituyera en la grabación del primer disco de la nuestra orquesta La Salsa Mayor, porque a Eduardo Muñoz, Carlitos Blanco y a mí nos devolvieron en Puerto Rico al tener la visa vencida, de modo que el LP lo grabaron Gilberto “El Pulpo” Colón, Elías Lopes y Eddie Montalvo. Ese dato es bueno para la historia.

—¿Alguna agrupación con la que te hubiese gustado tocar?
—Con El Trabuco Venezolano. Fuí fanático de esa orquesta y siempre le reclamo a Alberto Naranjo que no me hubiese llamado. El dice que no toqué porque no quise. Siempre hablamos de eso.

“YO NO SOY QUERREQUERRE”
Del “Pure” Blanco se ha dicho que tenía un carácter enrevesado y una obstinación obcecada. También en el ambiente se habla del carácter de Felipe. Sus allegados le califican de “querrequerre”.
“Yo no soy ningún querrequerre, lo que pasa es que defiendo mis derechos y el de quienes me rodean. Mira, Ángel, gracias a mí, hoy los percusionistas cobran igual que los metales. Eso no era así, yo me manejo con ciertas reglas, copiadas de las impuestas por los grandes, como Tito Rodríguez y Puente, por ejemplo, en eso de estar uniformados. Son estilos.”

—¿Lo de los sueldos comenzó con Oscar?
—Algo así. Nosotros ganábamos entre 4 y 8 mil bolívares. Le pedímos a Oscar que nos llevara a 10 mil, él no aceptó y nos hizo firmar la renuncia, porque ya “alguien” le había soplado que estábamos listos para formar otra agrupación. Luego ya tú sabes lo que pasó, caímos en manos de un pesudo mánager que prácticamente se robó nuestro trabajo, por allí anda, tracaleando a otra gente. Es un truhán que le gusta vivir de los músicos.
Felipe Blanco, es percusionista y fundador de la que hoy es la mejor agrupación en Venezuela: Bailatino, la resistencia salsera. Propietario además de un estilo muy particular, lleno de ritmo caliente, con sobrado mazacote y mucho sabor.
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Y aquí vibraron sus cueros
Los Juveniles
Grupo Los Cremas
Los Gaitétricos
Orquesta de Chucho Sanoja
Grupo Siete Cuero
Grupo Madera
Grupo Ofrenda, de Vitas Brenner
La Banda de Gerry Weil
La Banda del Pavo Frank
Orquesta de Porfi Jiménez
Los Dementes
Oscar D´Leon y su Salsa Mayor
Nuestra Orquesta La Salsa Mayor
Conjunto Cimarrón
Albóndiga y su Pandilla
La Dimensión Latina
Charanga Tropicana
Charanga 90, Grupo Repicao
Organización Musical Sebastián
Dalila y su Banda Show
Alquimia
Coco y su Sabor Matancero
La Banda Sigilosa
Alfredo Naranjo y su Guajeo
Trina Medina
Kinteto Zalvaje de Evio Di Marzo
Mirla Castellano, Rodrigo Mendoza
Argenis Carrullo
Orlando Wuatussi
Orquesta Bailatino

 

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