Por: Prensa Latina Managua, 9 mar (PL) El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, dijo hoy sentirse satisfecho por el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya sobre el diferendo fronterizo con Costa Rica.
El mandatario se refirió a este tema durante un discurso pronunciado esta noche en la capitalina Casa de los Pueblos, en ocasión de la celebración del Día Internacional de la Mujer.
La CIJ desestimó la pretensión tica de que Nicaragua detenga el dragado del río San Juan, que en parte de su recorrido sirve de frontera común, y ordenó a los dos países abstenerse de enviar personal militar o civil al territorio en disputa mientras el propio tribunal no resuelva de forma definitiva el diferendo, entre otras decisiones.
Lo importante no es saber quien ganó ni quien perdió, señaló el estadista nicaragüense en alusión a encuestas organizadas por medios de prensa en Costa Rica con ese objetivo.
Nosotros estamos satisfechos y acatamos la decisión de la CIJ, dijo Ortega, y consideró que el fallo del alto tribunal beneficia por igual a Nicaragua y a Costa Rica, pero también a toda Centroamérica y a América Latina y el Caribe en su conjunto, porque permite continuar resolviendo la disputa mediante el diálogo y la negociación.
Reveló, además, que su gobierno espera el retorno a Managua de Carlos Argüello, representante nicaragüense ante la CIJ, para efectuar una reunión con todos los poderes del Estado, que permitirá trazar las estrategias a mediano y largo plazo que es necesario seguir hasta la solución definitiva del diferendo.
La CIJ se pronunció hoy sobre las medidas cautelares solicitadas por Costa Rica contra Nicaragua, pero la solución del problema de fondo, relativo a la soberanía sobre un minúsculo pedazo de tierra en la desembocadura del río San Juan, ese tribunal se tomará de cuatro a seis años.
Lo ideal sería que Nicaragua y Costa Rica se pusieran de acuerdo de manera bilateral para solucionar la disputa, y así se ahorraría tiempo, trabajo y dinero, dijo Daniel Ortega.
Asimismo, señaló que su gobierno ya está en contacto con los de México y Guatemala, con vistas a solicitarles colaboración para iniciar el proceso que conduzca a la normalización de los vínculos entre Nicaragua y Costa Rica.
El mandatario se refirió a este tema durante un discurso pronunciado esta noche en la capitalina Casa de los Pueblos, en ocasión de la celebración del Día Internacional de la Mujer.
La CIJ desestimó la pretensión tica de que Nicaragua detenga el dragado del río San Juan, que en parte de su recorrido sirve de frontera común, y ordenó a los dos países abstenerse de enviar personal militar o civil al territorio en disputa mientras el propio tribunal no resuelva de forma definitiva el diferendo, entre otras decisiones.
Lo importante no es saber quien ganó ni quien perdió, señaló el estadista nicaragüense en alusión a encuestas organizadas por medios de prensa en Costa Rica con ese objetivo.
Nosotros estamos satisfechos y acatamos la decisión de la CIJ, dijo Ortega, y consideró que el fallo del alto tribunal beneficia por igual a Nicaragua y a Costa Rica, pero también a toda Centroamérica y a América Latina y el Caribe en su conjunto, porque permite continuar resolviendo la disputa mediante el diálogo y la negociación.
Reveló, además, que su gobierno espera el retorno a Managua de Carlos Argüello, representante nicaragüense ante la CIJ, para efectuar una reunión con todos los poderes del Estado, que permitirá trazar las estrategias a mediano y largo plazo que es necesario seguir hasta la solución definitiva del diferendo.
La CIJ se pronunció hoy sobre las medidas cautelares solicitadas por Costa Rica contra Nicaragua, pero la solución del problema de fondo, relativo a la soberanía sobre un minúsculo pedazo de tierra en la desembocadura del río San Juan, ese tribunal se tomará de cuatro a seis años.
Lo ideal sería que Nicaragua y Costa Rica se pusieran de acuerdo de manera bilateral para solucionar la disputa, y así se ahorraría tiempo, trabajo y dinero, dijo Daniel Ortega.
Asimismo, señaló que su gobierno ya está en contacto con los de México y Guatemala, con vistas a solicitarles colaboración para iniciar el proceso que conduzca a la normalización de los vínculos entre Nicaragua y Costa Rica.
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